El síndrome del cartel de la ‘pelu’: el error que apaga tu marca

Vas paseando por la calle principal de tu ciudad. Hay una peluquería en una esquina. En su escaparate, un cartel con letras llamativas dice: «Corte + lavado + peinado: 25€». Unas calles más allá, otra peluquería tiene un letrero muy similar. Y si sigues caminando, y encuentras una tercera con la misma fórmula. Todas dicen lo mismo. Todas suenan igual. Y, lo peor, ninguna destaca.

Este es el síndrome del cartel de la peluquería. Es el reflejo de un problema común en la comunicación de muchas marcas: la falta de diferenciación.

Cuando todas las empresas en un sector utilizan los mismos mensajes, los clientes dejan de prestar atención. La competencia se convierte en una batalla de precios en lugar de una cuestión de valor y experiencia. Y en un mundo saturado de información, lo genérico es sinónimo de invisible.

Cuando todos dicen lo mismo, nadie dice nada

Muchos negocios caen en la trampa de usar mensajes genéricos, creyendo que así llegarán a más clientes. Pero lo que consiguen es justo lo contrario: se diluyen en un mar de ofertas clónicas que no generan interés.

Piensa en cuántos sitios ofrecen «calidad», «buen servicio» o «precios competitivos». Son frases vacías, porque todos pueden decirlas y nadie las cree hasta que se demuestran.

Lo que de verdad hace que una marca destaque

En lugar de caer en lo predecible, pregúntate:

• ¿Qué hace que mi negocio sea realmente distinto?
• ¿Cuál es la historia detrás de mi marca?
• ¿Cómo puedo decir lo mismo que otros, pero de una forma que solo yo podría decir?

Una peluquería podría cambiar «Corte + lavado + peinado: 25€» por:

• «Saldrás con el pelo tan bien que querrás una foto de carnet nueva».
• «Ven despeinado, sal perfecto (y con café gratis)».
• «Tu pelo merece un buen día. Hoy es ese día».

Mensajes que transmiten personalidad, generan curiosidad y conectan emocionalmente.

Tu marca necesita su propia voz

Es lógico. El síndrome del cartel de la peluquería no solo afecta a peluquerías. Lo ves en restaurantes, tiendas online, agencias, freelancers… Todos pueden caer en el error de sonar como los demás.

La solución: encuentra tu voz. Define un mensaje que sólo tu marca podría decir y atrévete a usarlo. Porque cuando te diferencias, la gente te recuerda.

Y tú, ¿te atreves a romper el molde o seguirás usando el mismo cartel que los demás?